2016: HAWAII

Lunes 4 de julio: Traslado


Noche de nervios pues hace 3 días que Vueling ha empezado a cancelar vuelos y el aeropuerto de Barcelona se ha convertido en un caos. Llego temprano y mi vuelo aparece en pantalla sin retrasos y sin observaciones (bien!!!). Eso sí, para facturar las colas se eternizan. Llegada a Londres a la hora prevista pero me encuentro con el primer problemilla del viaje y es que mi maleta no está en la cinta de equipaje. Pertinente reclamación en la oficina y me tengo que embarcar en dirección a Vancouver sin maleta. Además, como no voy a estar en un sitio fijo en las Islas, si no que voy a ir saltando de lugar en lugar, veo complicado que me la traigan... en fin, a ver cómo de eficientes son.
La salida del avión es a las 12:45 y tengo por delante 10 horas de vuelo, donde no se incluye servicio de catering ni películas, todo de pago. Me ha tocado ventana de emergencia y por lo menos tengo vistas despejadas a Groenlandia y el territorio de Canadá.




Llegada a Vancouver , paso por inmigración sin problemas y espera de algo menos de 3 horas. El siguiente vuelo es por fin hasta Honolulu donde llego sobre las 21:30. Desde el avión se ven fuegos artificiales del 4 de julio. A la llegada cogemos un shuttle a Waikiki, pero tenemos que esperar más de la cuenta por la festividad.

Martes 5 de julio: Oahu, tour Perdidos


Para hoy tengo contratada una excursión con Hawaiian Escapades para ver diferentes escenarios de la serie Perdidos, The other lost experience, un poco culpable de que haya llegado hasta aquí. Me recogen a las 8:00 y la primera parada es la Playa del Accidente, Mokule'ia Beach Park, en el NO de la isla.



Y también se ven las montañas donde aparece el humo (Kaena Point).

De camino a la playa del Campamento pasamos por Dilling Ham Airfield, la pista de aterrizaje donde dispararon al hermano de Eko y a continuación nos dirigimos a Dharma Village, lugar de residencia de los Otros.
Que en la actualidad es un campamento para niños.

Otra parada muy interesante es la Playa donde establecen el campamento los protagonistas de la serie, Police o Papailoa Beach, al Este de Haleiwa. Allí no sólo se puede ver el campamento, también la tumba que el propio Ben tuvo que cavar y ya sin tener que ver la serie, pero no menos interesante, una preciosa playa donde había tortugas cerca de las rocas alimentándose y abundantes cangrejos en la superficie de las rocas.








Antes de dirigirnos a comer aún tuvimos tiempo de hacer una parada en Waimea Valley para visitar el Jardín Botánico, las cascadas del mismo nombre donde Sawyer y Kate encontraron más maletas y también se ve la pared donde estaba el avión nigeriano empotrado y desde donde Sawyer intentaba abrir una maleta.






Y acabada la visita es hora de reponer fuerzas en uno de los múltiples camiones de comida que hay a lo largo de la Costa Norte. Paramos enfrente de Shark's Cove Beach y me pido un delicioso plato de Lemon Shrimp.

Después de la comida, antes de tomar camino hacia el Este de la Isla, paramos en Kawela Bay, donde se rodaron entre otras las escenas de la Huida del Oso Polar, John Locke y Boom con el hacha, la tortura de Sawyer, Juliette y Kate en la jaula y llegando hasta la playa, Sawyer y Kate llevando bananas...
Tras esta visita no hacemos más paradas hasta llegar a Kualoa Ranch, un rancho privado donde se han filmado gran variedad de películas y series estadounidenses aprovechando las increíbles vistas de que dispone. La primera película que se rodó fue Mr. Roberts en 1955 con Henry Fonda, seguida en 1965 de In Harm's Way protagonizada por John Wayne y Kirk Douglas, seguida por La Roca y ya en el Valle Ka'a'a'wa las conocidas Jurassic Park, las huellas de Godzilla, el campo de batalla de Windtalkers, 50 primeras citas, Pearl Harbor, Mi Amigo Joe y series como Lost y Hawaii 5.0. Existe un bunker de la II Guerra Mundial donde ahora hay un museo con posters y fotos de las localizaciones de todas las películas realizadas en el Rancho.










Escenario Hawaii 5.0

Chinaman's Hat
Llego aún de día a Waikiki y se agradece un gran paseo por sus calles repletas mientras atardece.


Miércoles 6 de julio: Manoa Falls y Vuelo a Kauai


Me despierto sobre las 5:00 a.m., está claro que el Jet Lag me va a acompañar durante unos días. Decido coger mis cosas para correr y me echo a la calle cuando aún no ha amanecido. 

Dándome tiempo antes de salir con el grupo a correr y seguidamente cambiarme para disfrutar de la playa de Waikiki.
En esta isla no hemos alquilado coche pero existe una buena red de autobuses públicos que te llevan a casi todos los sitios interesantes. El único problema es que para trasladarse del aeropuerto al alojamiento en los autobuses públicos no se puede ir con maletas, y claro, viniendo del aeropuerto, es un poco complicado llegar sin equipaje.
Pero para el día de hoy, que tenemos pensado ir a Manoa Valley, existe un bus que nos deja cerca. Primeramente necesitamos coger un bus que nos acerque a la estación central que se encuentra en el Moana Shopping Center y desde allí coger el Route 5.
También existen autobuses que te dejan en Diamong Head, Hanauma Bay, Kalama Valley, Pearl Harbor, las playas de North Shore, ..., en definitiva, casi todos los puntos interesantes de la isla.
Así que después de desayunar unos pancakes en el albergue nos dirigimos a tomar el transporte público. 
El trayecto en bus se hace fácil y barato: eso sí se ha de pagar la cantidad justa ($2,5) ya que de lo contrario el conductor no devuelve cambio.
El trail es corto y durante el camino la naturaleza es exuberante, muy verde y selvático:

 

























A la vuelta de las Cascadas comimos en Waikiki en un restaurante de comida rápida y esperamos al Shuttle a que nos llevara al aeropuerto. Se retrasó bastante y no  me dejó mucho tiempo para ver si mi maleta ya había llegado pero tampoco estaba allí.
Cogemos vuelo interno desde Oahu hasta Kauai. Una vez allí también cogemos un taxi hasta nuestro alojamiento porque la furgoneta que tenemos alquilada para los próximos días nos la daban al día siguiente.
Tenemos una noche en un apartamento que resultó ser de lo mejor que tuvimos en el viaje, Banyan Harbour.


Jueves 7 de julio: Wailua, Opaekaa Falls, Kilahuea Lighthouse y Secret Beach.


Al levantarnos hemos quedado con los dueños de la furgoneta que vamos a tener en esta isla para que pasen por los apartamentos y nos expliquen el funcionamiento. Es una Volkswagen Wesfalia del 1991.
Una vez escuchada la charla cogemos camino para las primeras cascadas. Nos ayudamos para saber cómo llegar de una aplicación para el móvil que funciona con el GPS y no necesita los datos una vez te has descargado los mapas, se llama MAPS.ME.
Las primeras cascadas que vamos a ver son Wailua Falls (53 m), apenas a 5 millas del aeropuerto, muy accesibles.

 Seguimos nuestro camino y vamos en busca de las Opaekaa Falls (46), para llegar nos cruzamos con extensos campos de Golf y el Valle Wailua:


Se acerca la hora de comer y nos dirigimos al litoral, hay muchas mesas de madera a lo largo de la costa.
Y nos vamos acercando a la parte norte de la isla, donde está el Kilauea Lighthouse que forma parte de una Reserva de Vida Salvaje. Desafortunadamente llegamos a las 15:55 y cerraba en 5 minutos y no pudimos ver nada, pero parece un sitio de lo más interesante. Creo recordar que miércoles y sábados se podía visitar el faro.
Así que nos fuimos a una playa que está justo al lado, Secret Beach, con vistas al Faro. Tuvimos suerte de que nos indicaba la carretera correcta la aplicación porque el desvío no está señalado y una vez llegas a la zona donde se pueden dejar los coches, hay que bajar durante bastante rato, pero vale la pena.
Las olas rompían con fuerza en la orilla.


Y después de un buen chapuzón y quitarnos el salitre con el agua dulce que caía de las rocas...

Y una inesperada forzada espera para reunirnos de nuevo todos, nos fuimos rumbo a Haena, donde al día siguiente comenzaríamos temprano el famoso Kalalau Trail. Se nos hizo de noche buscando un sitio tranquilo, pasamos por algunos puentes que eran algo estrechos y al final decidimos pasar la noche en el parking de lo que parecía un camping (la furgoneta tenía un techo abatible y sofá convertible en cama).

Viernes 8 de julio: Kalalau Trail y Kee Beach


Me sigo despertando antes de que amanezca. Salgo sigilosamente de la furgoneta y me pongo a andar por la playa, es una delicia a estas horas, se empieza a distinguir el horizonte y la luz cada vez cobra más fuerza. Empieza a amanecer.






Después del largo paseo por la playa, me acerco a la furgoneta donde mis compañeros ya se han levantado y decidimos irnos directamente para el parking donde se inicia el trail, asegurarnos la plaza de aparcamiento y desayunar allí con tranquilidad.

Comenzamos a las 8:00 a.m. Hay una vista muy bonita de la costa en la primera media milla.






Después sigue el camino hasta la playa (desde el inicio 2 millas), justo después de cruzar un arroyo con bastante agua el Hanakapi'ai Stream.



Entonces nos podemos adentrar en el valle durante 2 millas más hasta llegar a las Cascadas Hanakapi'ai. El camino a partir de aquí se endurece, se ha de cruzar muchos arroyos, el camino está totalmente embarrado...


y hay que ayudarse con las manos para poder trepar por piedras y demás obstáculos. Todo y esto el trail merece mucho la pena por las vistas, la cascada final y el esfuerzo requerido.

A la llegada a las cascadas (10:30) el día se giró un poco y empezó a chispear ligeramente. Aprovecho para meterme en la poza (el agua está helada), almorzar y poco después inicio camino de vuelta.












El Kalalau Trail se puede seguir a partir de la playa, pero se ha de tener un permiso para pasar. Como he ido bastante rápida decido caminar un poco por esta parte del trail. En los 2-3 kilómetros que andaría no me encontré ningún ranger.

La vuelta final al punto de origen fue sobre 14:45. Como no tenía llaves de la furgoneta me tuve que esperar hasta la llegada del siguiente compañero para poder cambiar las botas por las chanclas y coger el tubo y hacer algo de snorkel. 







Lo cierto es que el día dio para aprovecharlo al máximo. A la caída de la tarde decidimos salir de allí para buscar donde dormir. Finalmente en un mirador cerca de la carretera y con excelentes vistas al mar, para cuando nos despertáramos por la mañana.

Sábado 9 de julio: Poipu Beach, Spouting Horn


En pie desde primera hora de la mañana, tengo de nuevo el privilegio de ver otra salida del sol. Me encuentro a más personas que se han acercado para ver el amanecer, o pasean o corren por un camino que va paralelo a la costa.





 Una vez más avanzado el día nos ponemos en marcha y nos dirijimos a Poipu Beach, una playa que tiene muy buenos comentarios y sólo adentrar el primer pie en la arena nos encontramos con...


 ... no puede ser!!!! Una foca monje!!! Las que habitan en estas aguas son... valga la redundancia Hawaianas... el otro ejemplar es la foca monje del  Mediterráneo que prácticamente está extinta en España y quedan muy pocas por la costa de Portugal y del mar Egeo. Ya no quedan focas monje del Caribe.
Aunque no es tan extraño verlas a lo largo de las playas Hawaiianas, me llevé una gran alegría de poder admirarla de tan cerca.

 Al buen rato me paso al otro lado de la playa y me encuentro...
Pero no una, sino dos. Aparte de que la playa es preciosa, quizás un poco concurrida (tiene un rompeolas enorme que hace que familias con hijos puedan estar tranquilos), el encuentro con estas dos especies ha hecho que sea de lo más interesante el día.
Me voy moviendo de un lado a otro de la playa, se puede apreciar en las fotos de abajo que hay un pasillo central entre las dos playas que desaparece momentáneamente con el movimiento de las olas.


 La foca de tanto en tanto entra en el agua a refrescarse y vuelve a la tranquilidad de la arena.

Es una playa además muy buena para hacer snorkel, por la protección de las olas con el rompeolas.








Por la tarde, antes de empezar la subida hacia Kokee State Park, paramos en el curioso Spouting Horn, en el distrito de Koloa, conocido por sus olas que rompen en las rocas. Este fenómeno ha creado la erosión de la costa dando paso a pequeñas y estrechas aberturas... cuando las olas chocan el agua se introduce por dentro y sale con mucha fuerza por un gran agujero, llegando a alturas de 15 metros en algunas ocasiones. Es un fenómeno curioso de ver y ... oír.



Antes de que se nos haga de noche pasamos por un súper para hacer compra, ya que arriba no existe ningún tipo de supermercado, cafetería ni nada que nos pueda sacar de un apuro. Además deberíamos llegar antes de que la noche nos caiga encima.
Por el camino encontramos miradores que son espectaculares, la vista no se acaba... no podemos dedicarle mucho tiempo porque nos quedamos sin luz.. y empezamos a notar la bajada de temperatura.

Aparcamos en el camping. Hay pocas tiendas, un grupo muy numeroso de Checos que se reúnen frente a una buena hoguera e imagino también duermen en sus coches porque las tiendas no eran suyas.

Lo más destacable de esa noche fue levantarme y encontrarme un cielo a reventar de estrellas y la vía láctea que las cruzaba. Sin palabras, no he visto cielo más  hermoso en ningún otro sitio, y tengo por costumbre quedarme embobada mirando las estrellas en cada país alejado de la civilización que visito.
La foto que pongo no es mía, pero trato de dejar una pequeña visión de lo que observé aquella noche (foto cogida de internet).




Domingo 10 de julio: Kokee State Park


Los primeros rayos de luz aún no tienen la bastante fuerza para secar todo el rocío depositado en césped y plantas de la noche anterior. 
Pasamos por el Museo y oficina de información y nos enseñan los diferentes trekkings que hay: distancias y tiempo invertido aproximado. También nos recomiendan que vayamos a los dos miradores que hay más arriba sin entretenernos mucho porque las nubes van subiendo conforme avanza el día.
Así que el primero en visitar es el Kalalau Valley Lookout, que nos regala estas vistas:

Y el Pu'u o Kila Lookout: 


Y una vez vistos los dos miradores y viendo que era cierto que las nubes iban tapando el horizonte, nos disponemos a iniciar uno de los tantos trekkings que haríamos ese día.


Se trata del Pihea Trail, en principio menos de dos millas hasta el cruce con otro Trekking, y, una vez llegado al cruce y haber pasado por todo el lodo del mundo mundial, haber trepado árboles, resbalado unas cuantas veces, meter el pie hasta la rodilla... darte cuenta que la vista que te ofrece este trail la veías al principio del mismo sin tener que mover un párpado. Dos horas invertidas y, en mi opinión, para no ver nada diferente.











A la media milla el camino ya se empieza a embarrar...
... Vas sorteando el barro como puedes hasta que llegas a un punto en que tienes que decidir acelerar el ritmo (no puedes ir a pies puntillas para no mancharte), y que sea lo que tenga que ser...





Ahora que veo las fotos parece hasta interesante, la experiencia y demás, pero recuerdo que en ese momento no le veía mucho sentido. 

Tuvimos que hacer una parada obligada para lavar el calzado, que pesaba un quintal con todo el barro acumulado.

Reponer fuerzas y nos dirigimos a otro trail, y en el fondo, lo único que deseábamos es que no tuviera lodo... Cuando llegamos a la zona, vimos que era uno de los más concurridos, porque había mucho coche aparcado. 

Conforme íbamos adentrándonos nos dimos cuenta que era un camino más abierto, con más vistas y por suerte para todos, SECO. 






 No se tarda mucho en ver los primeros saltos de agua. 
Pero tenía que haber algo más, porque la verdad es que la mayoría de la gente se quedaba por allí. Pregunté y siguiendo unos lazos rojos colgados a los árboles se llega hasta la cascada mayor, aunque sólo se ve una parte.
Y el inicio de la primera parte de la caída...


 
Calculo que las fotos están tomadas desde esta zona: 

El caso es que valió mucho la pena no saltarse esta caminata. A la vista está.
  


 De vuelta a la costa volvimos a parar en los miradores de la subida y paramos especial atención en encontrar un salto de agua entre tierra, sin nada de vegetación. Me pareció curioso...
Ya a nivel del mar estuvimos admirando una puesta de sol:






Lunes 11 de julio: Na Pali Coast


Dormimos cerca del Camping Salt Pond Beach Park, del que tenemos reserva para el día siguiente pero nos obligan a colocar tienda de campaña. Seguramente esta noche también la pasemos aquí y nos olvidamos de montar tiendas...


Pasamos la mañana en la playa hasta hacer hora para ir a Port Allen que tenemos contratada una excursión por la Costa Na Pali por la tarde. Nos concentran al grupo a las 14:30 para tomar últimos datos e ir todos juntos al embarcadero. Vamos con la compañía Blue Dolphin, estuvimos viendo las diferentes opciones el día que subíamos a Kokee y prácticamente todas ofrecían lo mismo. En nuestro caso estaríamos desde las 15:00 hasta ver el atardecer recorriendo la costa y nos servirían un buffet tipo Luau.
 Parece que está muy nublado pero conforme va pasando la tarde las nubes se van disipando.



 Y unos juguetones delfines nos acompañan durante una parte de la travesía.


Se ven playas donde las carreteras no llegan y están prácticamente desiertas.

 Pasamos por lo que debe de ser el final del Kalalau Trail...

Pasamos por el cañón donde el helicóptero de Jurassic Park se adentra... además de otros escenarios de película como King Kong (1976), Piratas del Caribe, etc.





Y nos metemos de lleno en la costa Na Pali...










 Sobre las 17:00 o algo más tarde abrieron el buffet que consistía en ensalada César, arroz hervido, pollo luau (hecho a la brasa con unas hojas enormes) y cerdo Kalua. De postre las famosas cookies americanas... ummm las adoro.

Y a la hora de que el sol tenía que desaparecer por el horizonte todos en cubierta escuchando una emotiva canción Over the rainbow.






Martes 12 de julio: Lydgate Beach Park y traslado Big Island

Hoy dejamos la isla por la tarde y pasamos el día tranquilos en una playa cerca del aeropuerto: Lydgate Beach Park. Es una playa también muy concurrida por familias por la protección que da las rocas sobre las olas.



 Se puede practicar snorkel, los peces suelen ser los mismos.



 Hemos quedado con los dueños de la furgoneta a las 16:00 horas cerca del aeropuerto. Hacemos la entrega sin problemas y nos dejan en el aeropuerto para que podamos ir sin prisas. El vuelo hace escala en Oahu. La llegada la tenemos en el aeropuerto de Hilo. Kona es el otro aeropuerto importante.

El Mauna Kea se deja ver desde el avión. Pronto esperamos poder estar en su cumbre.


A la llegada a la isla cogemos taxi hasta el albergue. No recogemos el coche hasta la mañana siguiente.


Miércoles 13 julio: Rainbow, Akaka Falls y Waimanu Valley

El albergue está en lo que es la capital de Big Island, Hilo. Por la mañana hago un pequeño sondeo de los alrededores y la verdad es que es bastante feucha. Es un poco gris y sucia,  se ven muchos vagabundos... Hago unas compras en un supermercado cercano y en cuanto estamos listos los tres, volvemos a coger un taxi para el aeropuerto y recoger el coche de alquiler. Esta vez hemos reservado un Suv, con idea de poder subir hasta el Mauna Kea.
Nos toca hacer cola. 
Una vez nos lo entregan volvemos a la capital para poder coger el camino hacia las primeras cascadas del día:

Vemos que hay mucho coche y tenemos que buscar aparcamiento fuera del destinado para éstas, pero por suerte se va un coche de una zona que parecen oficinas, y están al lado.

Tienen una caída de 24 metros y su nombre le viene porque en los días soleados, alrededor de las 10:00 a.m., el arco iris se puede ver a través de la espuma que suelta la cascada.



Hay también un mirador en la zona alta y desde allí vemos que hay gente que está en el río que luego forma la cascada, pero no se ve un camino claro para llegar hasta ellas.

Volviendo al aparcamiento vemos un cardenal rojo.


Nos dirigimos ahora a las siguientes cascadas, 
Para acceder hay que pagar 1$ y en el recinto se hace una pequeña caminata y se pasea por un bosque tropical con orquídeas silvestres, bambú, helechos, ... o este bastón de emperador con una salamandra verde... la combinación de colores tan llamativos no deja a ningún visitante indiferente.
Se pueden visitar dos cascadas: las Kahuna falls, con una caída de 100 metros, aunque sólo se ve de lado...
Y las Akaka Falls, con 130 metros de caída,  donde vimos la primera pareja de españoles, como no, de viaje de novios... Nos confirmaron que se podía ver lava en el Parque de los Volcanes y además, que se podía hacer por nuestra cuenta. ¡Qué alegría me acababa de llevar!


























Seguimos camino, y antes de llegar a Waimanu Valley, decidimos buscar un sitio donde comer. Las vistas de la costa valen la pena:
Paramos en una tienda de productos autóctonos para preguntar donde podemos comer... no hemos visto poblaciones hasta el momento y resulta que en pocos metros por fin nos vamos a encontrar con algo de civilización... más que nada para poder echarse algo al estómago. A la salida de la tienda vemos cómo son las Nueces de Macadamia con cáscara. Y podemos probarlas con este original cascanueces.

En seguida llegamos a Akona donde nos paramos en el primer restaurante que vemos. Pedimos una limonada y nos sabe a gloria.


Una vez acabados nos dirigimos a Waipi'o Valley y la vista que tenemos desde el mirador es ésta:




Decidimos bajar a pesar de la hora de máxima calor, la fuerte pendiente que sabemos que hay tanto para bajar como para subir y no contar con agua.

Una vez abajo decidimos seguir hacia las cascadas interiores y a lo lejos vemos que son así:











Yo decido continuar y avanzar un poco más para acercarme a las cascadas. Mi compañera decide que ya ha tenido suficiente y hablo con el conductor de un 4x4 que está a punto de subir por si puede llevarla. La familia la acoge sin ningún problema.

Me habría gustado avanzar más, pero poco después de un riachuelo que hay que cruzar hay señales de propiedad privada y no se puede continuar el camino. Un grupo de trabajadores que hay me confirman que no se puede avanzar más.


De vuelta cuando llego al giro que va hacia la playa, me meto un rato pero el camino está muy enfangado y se puede hacer eterno. Así que me vuelvo. La cuesta arriba se puede hacer muy dura, pero cojo un ritmo continuo y la verdad que me lo imaginaba peor. Eso sí, sudo lo que no está escrito...


De vuelta a Hilo pasamos por otras cascadas que tenemos de camino, Umauma Falls. Es un recinto cerrado donde se puede practicar tirolina.






Jueves 14 de julio: Mauna Kea


Hoy toca subida al Mauna Kea, pero como la haremos a la tarde, por la mañana buscamos una playa para hacer algo de Snorkel. Nos decidimos por Pu'ala'a County Park.









Incluso unos turistas me prestan unas aletas para poder llegar más lejos...

Hacia las 15:00, después de comer en un restaurante al lado del albergue
 
cogemos camino para la cima. Tenemos la duda si el coche que hemos alquilado podrá subir hasta arriba, pues no es un 4x4. 
El paisaje cambia enseguida y se vuelve cada vez más volcánico.


 Hacemos una primera parado en el Centro de Información al Visitante, donde luego al anochecer esperamos poder observar las estrellas con los telescopios que ponen.
 A partir de aquí el camino es de tierra. Las pendientes son muy pronunciadas, pero afortunadamente, como no ha llovido y está todo seco, la carretera está en buen estado.
 Las nubes se van quedando bajo nosotros y nos anuncia que tendremos un cielo despejado arriba.



El Mauna Kea es, con 10,203 metros, la montaña/volcán más alta del mundo, si se mide desde su base, contando la parte que tiene bajo el mar. Su nombre significa "montaña blanca" en hawaiano, en referencia a que durante el invierno su cumbre está nevada. La parte que está fuera del agua mida 4205 metros.
Es un lugar ideal para observaciones astronómicas ya que la cumbre se encuentra más arriba del 40 % de la atmósfera, el 90 % del vapor de agua (nubes) y la capa de inversión térmica, lo que permite unas 300 noches despejadas al año. 
Se han construido en su cima doce observatorios de diversos países, entre los que se encuentran dos de los mayores telescopios ópticos del mundo.

Llegamos a la cima poco después de las 16:00 y no tuvimos oportunidad de entrar dentro de uno de los observatorios. Fue allí cuando supimos que se podían visitar.

Este es el camino que hay que hacer para subir al Mauna Kea.
Y las vistas que tenía desde allí.




Cuando bajamos teníamos que estar pendientes de los frenos, que no se quemaran... afortunadamente no hubo problema en ese sentido con el coche.

Una vez en el observatorio hicimos tiempo hasta que empezara a anochecer, y con ello notar la fuerte bajada de temperatura. Había un pequeño montículo que muchos visitantes se decidían a subir.



A la caída de la noche pudimos observar la Luna desde dos telescopios diferentes, Marte, Júpiter y Saturno.





Cuando nos montamos en coche teníamos por delante aún una distancia considerable hasta el Parque de los Volcanes. Allí teníamos reservada una casa para las próximas 3 noches. Nos costó bastante dar con ella, dado que era una calle muy poco transitada, con el nombre de la casa diferente al que teníamos en la reserva y en la casa no había nadie, se entraba con un código. Llegamos a pensar que esa noche dormíamos en el coche, suerte que paramos un automóvil y con el GPS de ellos la encontramos!!!

Tenía muy buena pinta, el único inconveniente para mí es que no nos funcionaba la wifi y como los dueños no asomaron por allí, pues no pudimos aprovecharla.



Viernes 15 de julio: Parque de los Volcanes y Lava


Nos levantamos, desayunamos y nos vamos hacia el Volcano N.P. La entrada son 20$ por coche y dura una semana. 
Lo primero nos dirigimos al Kilahuea Visitor Center para coger un mapa de la zona y ver qué opciones tenemos para los dos días que visitaremos el parque.

Decidimos empezar por Thurston Lava Tube, una especie de cueva volcánica con forma de cueva, cubiertas de coladas lávicas. 
Antes de entrar el paisaje es bastante selvático.






A la salida fuimos a recorrer el Napau trail, y así tuvimos un primer contacto con la lava solidificada.




Como ese día le dimos prioridad a ver los flujos de lava que  había en la zona de East Rift, seguimos la Chain of Craters Road que nos llevará hasta el inicio del camino.





Muy cerca ya de la zona de la lava se encuentra el mayor campo de Petroglifos que hay en Hawai, unos símbolos grabados en roca durante el período del Neolítico. 





La carretera llega a su fin donde los rangers tienen su cuartelillo. Allí también se puede ver un Arco de Mar de lava. En la zona hay un pequeño quiosco donde venden agua y otras bebidas isotónicas. Más adelante no hay nada más, así que es un buen sitio para repostar.
Vimos bastantes Ne ne en la zona, son una especie de pato endémica de Hawai.



Ansiosos por empezar el trekking, aunque aún hay mucha luz , iniciamos camino hacia las 15:45 más o menos y nos encontramos con otra pareja de españoles que conocimos en el Observatorio y ya estaban de vuelta. Habían visto la lava de día, porque como no disponían de más tiempo. Más o menos nos indicaron por donde teníamos que girar a la izquierda y meternos en el campo de lava.



 El camino es largo y secoooooo, ni una pequeña sombra donde refugiarse...


 La pareja de vascos nos dijo que donde empezáramos a ver humo que salía de la roca, giráramos. Además por allí también vimos unos conos en la tierra que indicaban que el camino seguía por allí. Llevábamos aproximadamente 45-50 minutos de camino, a paso alegre.

 Media hora más tarde... Sé que debo de estar por la zona, pero como aún hay mucha luz no sé hacia dónde ir... y con cuidado de no pisar por donde no deba. Así que ahora es momento de pararse y mirar detenidamente y ver si hay algo que te indique dónde está fluyendo la lava. Resulta que en el momento que llegamos no había nadie que ya estuviera en la zona, así que no tenemos pistas.
Está ahí pero no la puedo ver.

De repente me parece ver como algo que se ilumina un momento y desaparece y me acerco... Efectivamente, por fin estamos en la zona que está fluyendo la lava. Momento muy muy emocionante, pues nunca antes había visto algo así.
Al principio se ve muy poca actividad de lava... 



Pero en cuestión de minutos empezó a ser más visible y más continuo.




Si te acercabas mucho y el viento en ese momento te venía de cara, era un poco incómodo estar por allí. A veces me alejaba para bajar la temperatura, pero la mayoría del tiempo estuve bien cerca, porque es un fenómeno que me dejaba hechizada. 

 









 Conforme caía la noche el espectáculo era más bonito... Todo y que me fui casi una hora más tarde que mi compañera de viaje, me habría quedado muuuuucho más tiempo, pero no es cuestión de que te tengan que esperar.



Apreté el paso y a mitad de camino ya estaba con mi compañera. Había mucha gente que iba de camino para allá de noche. En la montaña también se veía otro foco de lava. 


Días posteriores, aún estando nosotros en Hawaii, se ve que el flujo de lava fue mucho más continuo y llegó hasta el mar. Una pena no haber visto semejante actividad, pero también había estado muy parado el tema meses anteriores así que me quedé con un muy buen sabor en la visita a esta isla.

Flow 61G reached the emergency access road inside Hawai'i Volcanoes National Park on July 25 at 3:20 pm and crossed the road in about 30 minutes. At 4:00 pm, the flow front was approximately 110 m (0.07 miles) from the ocean.The flow front remains active on the coastal plain, but has only moved about 60 m (~200 ft) closer to the ocean in the past three days. As of midday on July 15, the slow-moving pahoehoe is roughly 870 m (~0.5 mi) from the ocean. Activity upslope continues to widen the flow margins. The light gray surface in this image is the new pahoehoe of the 61G flow.


Sábado 16 de julio: Parque Nacional Volcano

 Después de desayunar nos vamos, esta vez sólo mi compañera y yo a visitar de nuevo el Parque Nacional de los Volcanes, queda mucho aún por ver.

Lo primero es ver la Caldera del Kilahuea desde los diferentes miradores que hay.
 Después nos acercamos a un área llamada Steaming Vents, donde se puede ver el vapor que sale de entre las piedras y los diferentes colores que tienen éstas: este fenómeno se debe a que el agua subterránea se filtra hasta las rocas volcánicas calientes y vuelve a la superficie en forma de vapor. 





 Antes de seguir camino otra mirada más al Kilahuea...
Y la imponente figura del Mauna Loa al fondo.


 Hoy decidimos comer pronto para luego seguir con el resto de visitas por la tarde. Vamos a un restaurante de comida italiana donde la comida estaba bastante buena.
 Y después un chocolate y una tarta de nueces de macadamia, creo recordar.

Nos decidimos por el 
 Queríamos bajar a la caldera pero no encontrábamos la manera, hasta que una guía nos comentó el camino.
Se baja por las paredes de un cráter (con tanto escalón ya temía la subida) y llegas hasta la misma caldera, por la que puedes pasear y comprobar que el suelo de ésta aún está caliente, después de la última erupción en 1959 que llego casi a los 600 metros de altura.





 Un trail que verdaderamente vale la pena, las sensaciones de estar en un volcán que lleva décadas sin actividad y notar su calor, el humo que sale de entre la lava solidificada...

Después nos tocaba hacer el...
 Un paisaje mucho más desértico y devastado por la última erupción de 1959.

Volvimos al apartamento a descansar, esperar que se hiciera de noche para volver al Kilahuea y ver el resplandor y alguna chispa de lava, que sólo se puede ver por la noche.



Domingo 17 de julio: Hilo y traslado Maui


Dejamos la casa 




y cogemos camino hacia la capital,porque tenemos que devolver el coche antes de las 12:30.  Al quedarnos sin transporte tenemos pocas opciones. Pasamos por el albergue donde estuvimos durmiendo las primeras noches y con la excusa de recuperar un pijama olvidado (que seguía allí!!!) nos quedamos descansando en el salón comunitario y disfrutando,como no, de la wifi.

A la hora de comer no nos complicamos mucho la vida y volvemos a ir al restaurante donde habíamos estado anteriormente.


Desde el mismo restaurante nos llaman a un taxi que nos lleva al aeropuerto. Esta vez vuelo sin escalas. 



A la llegada recogemos el coche directamente.


Lunes 18 de julio: Road to Hana



Decididos a coger la carretera que lleva a Hana, a pesar de las advertencias de dos chicas que residían allí en aquel momento. Decían que se tiene que salir con las primeras luces y debía de haber pasado más de las 9:00 de la mañana.

 Una de ellas es Christine, una chica muy joven con un bebé precioso, con ella estuve hablando casi cada noche después de volver de las visitas.

Empezamos a hacer paradas nada más salir de la zona centro. Maui es el paraíso para los surferos y en las primeras playas que vemos ya nos encontramos a los deportistas en busca de la mejor ola.

Y en la orilla, desde el montículo donde estábamos apostado, vemos que en la orilla hay unas cuantas tortugas.




La siguiente parada son las Twin Falls.

Abriendo una especie de tanca se sigue a otra cascada...
El camino a Hana es una carretera muy sinuosa de un sólo carril en cada dirección con más de 600 curvas y casi 60 puentes a cruzar. El trayecto no se hace pesado, pues vas parando a cada momento para admirar una cascada, un paisaje costero, etc.











Hana en sí no es muy destacable, aprovechamos y comimos pescado en el único bar que había en la playa.



Wailua Falls:

Hicimos algunas compras en el pueblo y al mirar postales vi que había allí cerca un lugar interesante de visitar: las siete piscinas sagradas.



Lo cierto es que en la postal parecía mucho más interesante y paradisíaco. Debió ser que estaba atestado de gente y el agua no era nada cristalina .






Formaba parte del Haleakala N. P.
A la vuelta se nos empezaba a hacer de noche y nos calló una lluvia intensa durante buena parte del camino.

Martes 19 de julio: Haleakala 


Nos levantamos con la intención de visitar el volcán Haleakala, pero el día está muy nublado en la costa y conforme vamos ascendiendo nos rodea una niebla cada vez más espesa. Vemos muchos ciclistas que bajan desde suponemos la cima... tiene que ser algo que mucha gente va a propósito a hacer: algunos los vemos subir y sufrir en bici, la mayoría han contratado los servicios de una empresa que les lleva cómodamente en furgoneta a ellos y a su bici y luego sólo se tienen que dejar caer (tampoco es fácil bajar a una rapidez que no estarán muchos acostumbrados).
Cuando llegamos al Mirador Leleiwi decidimos desistir de nuestro intento de llegar hasta arriba. Los amaneceres y atardeceres son espectaculares pero no íbamos a poder disfrutar de ningún tipo de luz, ni de vistas ni de nada.


Así que nos vamos a buscar una playa... en la costa el tiempo está bastante mejor. Nos quedamos en ...

Y tenemos nada más llegar una preciosa tortuga descansando en la orilla:






De vuelta al albergue pasamos antes por Paia, un famoso pueblo de la isla. Tiene muchas tiendas y el aspecto general es muy alegre y vivo.





Miércoles 20 de julio: 


Último día en Hawaii, la aventura llega a su fin y en mi caso lo vivo como una aventura también, pues es el primer viaje largo que está preparado íntegramente por libre, sin ayuda de ninguna agencia, todo buscado por nuestra cuenta y ante las miles de dudas que tenía al inicio, todo se ha ido desarrollando según lo esperado.
Nos dirigimos hacia la capital de la isla, Lahaina, y nos sorprende gratamente porque da gusto pasear por sus calles, las vistas al mar, y nos viene bien para hacer las últimas compras.


Hay un restaurante que pertenece a la misma cadena del que aparece en la película Forrest Gump, Bubba Gump Shrimp Company.




Y acabamos en una playa, que además está muy cerca de grandes hoteles... y vemos cómo pasan las vacaciones la gente que va con más presupuesto: enormes piscinas, tumbonas, todos con un cocktail en la mano... eso lo pudimos ver paseando...











Y en esta playa estuvo me pasó un incidente que a punto estuvo de dejarme con un muy mal sabor de boca de las vacaciones. Las olas rompían muy cerca de la orilla y con mucha fuerza. Ya una vez tiró a la arena y me revolvió de una manera que yo no podía hacer nada por controlar mi cuerpo... pues a la segunda vez, llevaba la cámara acuática, donde llevaba prácticamente todas las fotos del viaje, y se me cayó al fondo...
La busqué como una loca, siendo consciente que era prácticamente imposible encontrarle... el agua estaba clara pero las olas no paraban de romper y enturbiaba todo el fondo, siendo incapaz de ver nada.
El caso que nos teníamos que ir y mi desesperación iba en aumento. La sensación que tuve cuando vi un objeto azul en el fondo, a unos cuantos metros de donde la perdí... otra ola que venía a romper y yo lanzándome como una posesa a por la cámara...







El caso es que la historia para mí acabó felizmente... Recogimos , seguimos la línea de la costa, y las playas que se veían eran todas muy bonitas. Maui era la isla que menos me atraía visitar y reconozco que es otra imprescindible. Además pena que no pudimos ver los colores y cráter del Haleakala.

Cogí el avión a las 17:00 porque esa misma noche salía desde Honolulu hacia Vancouver, con una escala de 11 horas hasta seguir camino hasta Londres y luego a casa (con retraso de 3 horas de avión incluido).




Jueves 21 de julio: Vancouver

Vuelo Honolulu-Vancouver, 6 horas. No sé cómo calculé la vuelta que no contaba con 11 horas en Vancouver (como a la ida la escala sólo fue de 3 horas). Así que decidí irme a visitar la ciudad aunque no tuviera nada preparado.

Hay un tren "Sky Train's Canada Line" que sale del mismo aeropuerto cada 7 minutos y te deja en el centro en menos de media hora.... así que más fácil no lo podía tener... ahhh sí, hacía un tiempo estupendo!!! 

Paseo por el puerto de Vancouver...echo de menos montar en crucero.


Parada para desayunar...



Una curiosidad para ver por el centro es el Reloj de Vapor, existen muy pocos en el mundo y éste fue el primero (1977).




Y seguidamente autobús hasta el Parque Stanley.
A parte de tener cientos de caminos para andar, correr, ir en bici (cada uno por su sitio)
Unos cuantos lagos...
Bosques ...
Tiene su propia playa (al menos 3, que estaban enumeradas)
Y piscina con toboganes...
A la entrada o salida del parque hay un gran embarcadero...
Una vista del Burrard Street Bridge, entrada a False Creek.
Al salir del parque visité el Granville Island Market Place, no deja de ser un mercado como los que se han puesto de moda en todas las ciudades donde puedes comer y también tienen carnicería, pescadería y frutería. 
Y aún con bastante tiempo por delante cogí el tren de vuelta al aeropuerto.
Un viaje largo, donde casi todo el tiempo era de noche, pero con una luna preciosa que nos acompañó. 





En Londres debido a una gran tormenta que hubo en Barcelona, tuvimos que esperar 3 horas más para embarcar.

Ya en casa, soñando con un nuevo destino.

2 comentarios:

  1. Ostres!! Acabo de veure que hi havia tot això de nou per posar-me al dia :) Quin gran viatge! Espectacular!

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